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Días de Ramiro

Ese algo

Hace tiempo que me dejé vencer por ti. Me acomodé en tus brazos y te empecé a escuchar nítidamente susurrar en mis oídos palabras llenas de… ¿rencor?, ¿odio?, ¿inquina?... yo lo llamo sabiduría.

Sabes bien cómo soy, eres parte de mí, sabes dónde y cuando actuar. Y actúas bien. Me previenes del todo el mundo, pues todo el mundo es susceptible de dañarme. Me recuerdas en la felicidad que es fulana efímera y caprichosa. Tú nunca te olvidas de pasear por mi cabeza. Eres cachorro fiel.

A veces me olvido de ti, te echo a un lado, te asfixio con perfume de mujer, con olores íntimos, con promesas de paz. La paz es para los cobardes. Y no te quejas, me dejas libre y nunca me niegas cuando regreso a ti como soldado ensangrentado tras larga batalla. Sólo quiero descansar en tu regazo. Nunca más partiré.

En mi miseria sólo tú me comprendes. Sabes porqué hice eso o aquello que nadie más entendió. Tan impropio de mí. Sólo tú conoces todos mis recovecos, lo que incluso  escondo y niego al del otro lado del espejo.

Ojalá te murieras mañana entre gente que dejara de darte siempre la razón.

 

2 comentarios

Ramiro -

Ando por aquí, para lo que necesites.

Luchando -

Me he pasado por aqui. Que lo sepas.

Luchando contra ESE ALGO